Sostenible, elegante y muy barcelonesa. Así es la nueva terminal HELIX

Javier Ortega Figueiral

Cuando un aviador conoce a un marino, o cuando a un capitán de barco le presentan a un piloto de avión suelen acabar hablando de sus profesiones. Inicialmente creen que no se parecen en nada, aunque luego, cuando profundizan en algunos detalles de formación, desarrollo de sus labores de responsabilidad y dedicación, acaban descubriendo que lo que hacen en la vida les une de un modo más próximo de lo imaginado. Lo mismo me sucedió hace unos días al conocer la flamante terminal que Carnival Corporation ha construido en el Moll Adossat de Barcelona. Formalmente es la quinta terminal marítima o la “E” de ese muelle, aunque su gestora ha preferido ponerle un nombre propio: Helix Cruise Center, abreviado, Helix.

La comparación de pilotos y capitanes sería similar para hablar de esta nueva terminal, que junto a la “D”, que también tiene nombre, Palacruceros, forman la “Barcelona Cruise terminal”, dos modernas estaciones marítimas que este año gestionarán 291 escalas. Palacruceros se inauguró hace 11 años y fue la primera apuesta de calado de Carnival Corporation por Barcelona. Ya no se trataba tan solo de realizar escalas, sino de tener una terminal propia en el puerto más importante del Mediterráneo para el sector de los cruceros: teniendo ocho marcas bajo el mismo paraguas (Carnival cruises, Costa Cruceros, Aida, Fathom, Cunard,Holland America, Princess, P&O y Seabourn) esta corporación ha reforzado su presencia y número de escalas en la ciudad hasta el punto que ha decidido construir la segunda terminal, Helix, que entró en servicio el pasado 28 de marzo.

El elegante interior de la Helix iluminado plenamente con luz natural


¿Y a qué viene pues esa comparación entre el sector marítimo y el aéreo en Helix? Pues a que, en su interior, este edificio que recibe y despide a los viajeros recuerda a un elegante aeropuerto asiático: ordenado, sobrio, con grandes espacios y mucha, mucha luz natural. Quien nos guía y enseña todos los espacios públicos y otros más discretos es Sandra Yunta, directora de la instalación, que con amplia sonrisa no disimula lo ilusionante que es gestionar un nuevo espacio de 12.500 m2 para el puerto, los visitantes, los viajeros que empiecen y acaben un crucero y en definitiva, para Barcelona. 

Carnival y la Autoridad Portuaria de Barcelona firmaron en verano de 2015 un acuerdo de concesión por 27 años, hasta 2042. Los trabajos visibles empezaron un año después y en diferentes fases se terminó el edificio, bajo la batuta del despacho local de arquitectos Batlle i Roig, responsables de otros edificios y equipamientos como la ciudad deportiva Joan Gamper del Futbol Club Barcelona, las espectaculares oficinas de Comisión del Mercado de Telecomunicaciones en el barrio 22@ o la Universidad Corporativa de Telefónica, en La Roca del Vallés. La terminal es “muy Barcelona” y así se ha querido mostrar a través de una serie de fotos gigantes que muestran puntos muy concretos de la ciudad como el Passeig de Gràcia, el de Sant Gervasi, detalles de arquitectura o de la gastronomía. Podría sonar a recurso típico/tópico, aunque en este caso se ha hecho con especial mimo: es una presentación muy elegante de lo que los pasajeros van a encontrar en cuanto crucen el puente Porta d’Europa y descubran el destino. Es una terminal marítima como pocas y que demuestra el poderío de este puerto, el más importante del Mediterráneo en su clase.

La impresionante pasarela móvil diseñada por Adelte

Además del importante contrato que la construcción supuso para el despacho de arquitectos, levantar Helix requirió miles de horas de trabajo para múltiples proveedores mayoritariamente locales para sacar adelante el proyecto en el que además del propio edificio hay dos aspectos notables: de un lado la construcción de unas pasarelas de embarque pensadas específicamente para los barcos de nueva generación: una estructura enorme, a modo de gran obra de ingeniería que comunica directamente barco con terminal y que está muy alejada del concepto de las pasarelas clásicas: es un sistema totalmente nuevo y desarrollado originalmente en Barcelona por la empresa Adelte. Helix es una terminal de 120 metros de largo por 60 metros de ancho, que cuando está a pleno rendimiento da trabajo a 350 personas.

La Helix es ya plenamente operativa para realizar labores de carga GNL (Propulsión Gas)

Por otro lado, la sostenibilidad ha sido un eje fundamental desde el primer momento. La terminal cuenta con una zona específicamente destinada a que depósitos móviles con GNL, Gas Natural Licuado, puedan proveer a un número creciente de barcos para que durante la escala (y muchos de ellos en breve durante todo el recorrido) los motores que alimentan el funcionamiento de los buques no quemen fuel, sino gas, infinitamente menos contaminante y combustible de referencia en los barcos del futuro. En el caso de la corporación Carnival empezarán a llegar a partir de finales de este año, con el Aida Nova, al que seguirá el Costa Smeralda y en los años siguientes varios más de la corporación y otros operadores. SandraYunta nos explica que todo el personal fijo de la terminal ha hecho una serie de cursos de formación para hacer posible esta nueva tecnología en la Helix.

Situada frente a amplios ventanales, la zona de espera en cafetería de la Helix

Algo que es quizá aún menos conocido es la vinculación de la terminal y de Carnival con la fundación Barcelona Actua, una organización con la que se trabaja mano a mano: 250 voluntarios se ocupan de aspectos como evitar la desnutrición de ancianos en pisos sin ascensor de la ciudad, también se apoya a una serie de becados universitarios durante sus tres primeros años de carrera con las becas U-BAC y con alumnos el Instituto de Educación Secundaria Besós, a quienes patrocina actividades extraescolares. Carnival también, a través de ‘Barcelona Actua’, forma parte de BACcuinetes. Mediante ésta, voluntarios de la terminal se turnan en diferentes fechas a lo largo de sus calendarios para distribuir cada domingo un centenar de desayunos en el Raval a personas que lo necesitan. También se colabora con el proyecto de becas U-BAC y el incubardor social. Cosas que no se ven, que suceden lejos de la terminal y los barcos, pero que funcionan también gracias a la existencia de estos edificios y estos buques que parten y llegan a Barcelona. “Todo suma y tenemos que devolver a la sociedad muchas cosas. Estamos muy, muy contentos de esta apuesta por ayudar en la que está volcada nuestra compañía”, nos cuenta Sandra, de nuevo con la misma cara de ilusión que pone cuando habla de las bondades de la terminal y de los barcos que llegan.       

Algunos detalles de los murales que reciben al crucerista

 Los tiempos están cambiando y Helix es un ejemplo de ello, ya no tan sólo por su diseño o el buen gusto y bien pensados que están los espacios, sino también por lo que se avecina: la tecnología y la apuesta por la sostenibilidad. Carnival está convencida del mismo modo que lo está en cuanto a su apuesta por Barcelona donde ha invertido ya 30 millones de euros, a los que hay que sumar todos los que se añaden en cada escala: proveedores, taxistas, empresas de turismo, empleados fijos, personal de terminal y de servicios auxiliares… la vida de un puerto y de una ciudad que va creciendo con cada escala en el primer puerto de cruceros del Mediterráneo. 

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