A bordo del MSC Seaview: cómo funciona la gestión de residuos de un gran crucero

por Gonzalo Pérez

La industria de los cruceros trabaja incansablemente desde hace décadas para reducir a cero sus residuos. El abanico de actuaciones incluye la separación selectiva y el reciclaje de residuos sólidos en los barcos, el filtrado, depuración, reutilización y autoabastecimiento de agua, además de la reducción de vertidos y la gestión del desperdicio y de los excedentes alimentarios.  

Compañías como MSC Cruceros (cuyo tratamiento de residuos es ilustrado con un vídeo en este artículo), igual que el conjunto de las navieras, tiene programas de sensibilización medioambiental para sus tripulaciones y somete a todo residuo a un minucioso proceso de clasificación separación y posterior entrega a empresas de reciclaje en puerto.

Nada más entrar en la zona de bodegas de buques como el MSC Meraviglia o el recientemente visitado MSC SeaView (ambos con Barcelona y Palma como puerto base y puerto de escala) sorprende ver el alto número de operarios dedicados a la manipulación de residuos. Para comenzar una persona se encarga, en una gran sala, de separar en diferentes containers todo tipo de desperdicio generado en papeleras comunes, camarotes, comedores y cocinas, llegando a clasificar incluso por tipos de plástico, latas o cartones para hacer la tarea posterior de embalado a bordo, mucho más eficiente.

Y es aquí donde entramos en una siguiente fase en la que el resto de operarios especializados en gestión y reciclaje de deshechos, realiza una labor en las bodegas del barco que perfectamente podría ser equiparada a la de cualquier planta de gestión de residuos en tierra. En concreto, estamos hablando del prensado de latas, manejo de maquinaria de molido de vidrio (procedente de botellas y vasos rotos) así como el empaquetado de plásticos, inertizado de aerosoles o la preparación con máquinas de embalado de paquetes de cartón. Todo ello es a posteriori depositado en puerto a empresas dedicadas al tratamiento de residuos. 

La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) se rige por una norma muy concreta resumida en ir más allá en respeto medioambiental de lo que legislación internacional exige. A ese respecto, la organización, que agrupa a las compañías de cruceros, sostiene que en sus buques se ha logrado un 60% más de reciclado de residuos por persona y año que lo que recicla una persona en tierra.

Pongamos el ejemplo de Royal Caribbean (RCL) que creó ya en 1996 la figura del responsable de asuntos medioambientales en cada barco, un cargo (el de Enviromental Compliance Officer) que ahora existe en los navíos de todas las compañías. Se trata de un sobrecargo que junto a su equipo da indicaciones claras para que las ordenanzas de la naviera en materia de ecología se cumplan escrupulosamente, teniendo incluso capacidad de sanción hacia el propio capitán del barco. 

Royal Caribbean asegura que ha conseguido mediante el uso de las tecnologías más eficientes reutilizar el 100% de los vertidos de desechos de sus barcos cuando terminan su itinerario en los tres puertos de mayor tráfico mundial de cruceros. La compañía  ha resumido en el programa Save the Waves todos sus objetivos para tratar eficazmente tanto la gestión de los residuos alimentarios, sólidos, como la potabilización y la purificación de aguas residuales grises y negras, así como el tratamiento y recogida selectiva de materiales en puerto.  

Por su parte, la política de sosteniblidad de Carnival Corporation, grupo bajo el que operan las marcas PO Cruises, P&O Australia, Seabourn, Cunard, Holland America Lines, Fathon, Costa Cruceros y Princess Cruises, incorpora el mandato de reducir un 5% anual hasta 2020 la cantidad de residuos y basura no reciclada por persona y día siendo además cada vez más afinado los procesos de gestión y prensado en el propio buque de los residuos producidos y dándose incluso la posibilidad de que algunos (maderas de embalajes, cartón) pueda ser incinerados a bordo en calderas dedicadas a, por ejemplo, el calentamiento del agua y reduciendo por tanto el consumo de diésel para procesos internos.

El reto de los plásticos

El plástico es otro de los retos. Compañías como Royal Caribbean, Norwegian y MSC Cruceros ya han avanzado su propósito claro de eliminar por completo dichos plásticos de un solo uso (bebidas, vasos, utensilios…) de manera definitiva. Mientras tanto, el cribado minucioso de residuos en el barco se hace indispensable para separar lo más posible dichos elementos y poder ser entregados a empresas locales en puerto para ser tratados convenientemente como podéis ver abajo, en el vídeo que hemos grabado recientemente en las bodegas del Seaview.

En definitiva, no cabe duda que los océanos son el mayor proveedor de alimentos, economía y transporte que tiene la humanidad, dan vida a millones de personas, y aportan oxígeno a los organismos que habitan nuestro planeta. Las compañías de cruceros son plenamente conscientes de que dependen del mar, no sólo como razón de ser de su negocio sino como de su conservación y hábitat sano para todos. El impacto cero en el medioambiente y en el ecosistema marino no es una quimera de futuro sino una apuesta clara de esta industria para que todos podamos disfrutar de él.

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