Barcelona atrae talento internacional gracias al ‘Customer Hub’ de Costa

La apuesta por la ciudad de la naviera del grupo Carnival cumple un año sumando 160 empleados de 20 nacionalidades  

por Javier Ortega Figueiral

Si oímos o leemos el término inglés hub (nodo, intercambiador o centro de operaciones) pensamos casi directamente en un aeropuerto de conexión, aunque se trata de un concepto mucho más amplio. Para Costa Cruceros, por ejemplo, pensar en ello es referirse a Barcelona, donde la naviera tiene su Customer Hub: dos plantas, la 24 y 25, en la Torre Mapfre. Allí, con unas vistas espectaculares sobre la ciudad, el mar y el puerto, se atiende y asesora a las agencias y a los cruceristas de la compañía antes, durante y tras sus viajes en barco.

“Con este hub comercial y de atención hemos querido convertir a Barcelona en algo más que un puerto de escala fundamental: el nuestro es un centro de innovación, desarrollo de vanguardia y, por supuesto, un generador de empleo”

Rafael Fernández-Álava, director de Marketing, Comunicación y Relaciones Institucionales de Costa Cruceros

Este centro de trabajo internacional fue inaugurado en noviembre de 2021 en un acto presidido por Mario Zanetti, máximo ejecutivo mundial de la compañía y Jaume Collboni, primer teniente de alcalde y concejal de economía del Ayuntamiento. La visita a Barcelona del presidente de Costa fue aprovechada también para la firma de un MOU o Memorándum de Entendimiento para impulsar la economía azul y sostenible de la ciudad. Y es que, según la hoja de ruta, la intención primordial de esta filial de Carnival Corporation es poner en primer plano valores como la sostenibilidad, el turismo inclusivo y generar un valor creciente para la ciudad, como se encargaron de recordar ambas partes, siendo la empresa pública Barcelona Activa la interlocutora directa con la compañía de cruceros.

Desde Barcelona se atienden los mercados de Costa de habla española, alemana, francesa y alemana

La puesta en marcha del este hub ha atraído talento local e internacional al número 16-18 de la calle Marina, dirección de la Torre Mapfre, duodécimo edificio más alto de España, y, junto al Hotel Arts, el rascacielos más alto de Barcelona. “Con este hub comercial y de atención hemos querido convertir a Barcelona en algo más que un puerto de escala fundamental: el nuestro es un centro de innovación, desarrollo de vanguardia y, por supuesto, un generador de empleo”, explica a Escala BCN Rafael Fernández-Álava, director de Marketing, Comunicación y Relaciones Institucionales de Costa Cruceros.

Una pequeña ONU 

“En nuestro hub trabajan 160 personas de 20 nacionalidades: desde españoles a noruegos, pasando por marroquíes, suizos, colombianos, franceses o italianos”, detalla Tita Omancini, People Director de este centro de trabajo, centrado en los mercados de habla española, francesa, italiana y alemana. “Este ultimo engloba el llamado DACH: Alemania, Austria y Suiza”, aclara. 

“Somos de 20 nacionalidades y estamos enfocados en mercados concretos, aunque si sumamos todos los idiomas que dominamos, nos salen más de 70 lenguas habladas aquí”, explica con una amplia sonrisa Teodora Krzic, que relata que se mudó a Barcelona desde Croacia hace casi un año y medio, cuando terminó sus estudios. Su objetivo era encontrar un trabajo que incluyera el idioma alemán, poder tener interacción con los clientes, disfrutar de un ambiente de trabajo dinámico y, sobre todo, hacerlo un lugar agradable, algo que encontró en la planta 24 de este rascacielos frente al puerto olímpico. 

“En el hub de Costa tengo todo lo que buscaba, y las vistas de la oficina son tan increíbles que superan lo que uno se puede imaginar”, afirma Krzic. “Creo que Barcelona es maravillosa y probablemente la mejor ciudad posible para vivir y desarrollar mi carrera: nunca puedes aburrirte, incluso después de un año hay cientos de cosas que todavía debo probar, ver y experimentar”, reconoce. También admite que recibe nuevas ofertas de trabajo prácticamente todos los días, aunque no le interesa cambiar, ya que las condiciones son muy buenas e incluso tiene la oportunidad de trabajar alguna semana conectada desde un barco de Costa navegando por el Mediterráneo, algo insuperable para cualquier otra empresa.

Teodora y Franz posan en con las vistas que tienen sobre la ciudad desde el área de descanso del Hub de Barcelona. 

Mientras Teodora cuenta sus impresiones, sobre el Customer Hub y Barcelona, su compañero Franz Rathman la observa con atención queriendo entrar en la conversación. Franz nos explica que hasta hace unos meses trabajaba para una empresa de software en Múnich, Alemania, aunque en su cabeza siempre estaba trabajar en una ciudad más mediterránea como Barcelona, cerca del mar y con sol. “Encontré un apartamento en la Barceloneta. Estoy a 10 minutos de mi trabajo, donde soy feliz, me siento valorado… y además hay días que antes de venir a trabajar me baño en el Mediterráneo, luego me ducho y subo al trabajo feliz y lleno de energía”, agrega riendo Rathman, que admite que la posibilidad de poder hablar la mayor parte del tiempo en alemán fue una de las claves para incorporarse al equipo del Customer Hub de Costa en Barcelona, ciudad que le recomendaron varios amigos para entrar de lleno en la industria turística y de la que valora el buen ambiente general y la buena sintonía con sus compañeros. “En estas dos plantas, además de por oírse tantas lenguas, al tener tantas nacionalidades y costumbres, podríamos definir a nuestro hub como una pequeña ONU frente al mar”, recalca. 

La edad media del equipo de Costa en Barcelona está en 37 años. Esto implica que hay desde personas muy muy jóvenes en la plantilla hasta personal por encima de los 60 años en un espacio con ambiente muy dinámico y agradable. Posiblemente las vistas espectaculares y la luz que entra por todas partes ayudan a esas buenas sensaciones. 

Entre las dos plantas que ocupa el hub hay 160 profesionales de 20 nacionalidades.

En la planta 24 conocemos también a Isabelle Burguet, que nos cuenta que tras más de 20 años dedicada a la comunicación y gestión de empresas culturales decidió mudarse a Barcelona con su marido y sus mellizos cuando tenían siete años. Ahora tienen 13 años y toda la familia tiene ya un fuerte vínculo emocional con la ciudad. La guinda profesional llegó a través de LinkedIn en primavera de este año cuando desde Costa le propusieron incorporarse al equipo de asesores personales de pasajeros de la compañía, donde es feliz asesorando, comercializando y resolviendo las dudas e inquietudes de los clientes de la naviera.

Isabelle, Teodora y Franz son tres de las 160 historias de personas bien preparadas que cada día trabajan en el mundo de los cruceros gracias a la iniciativa que tuvo Costa con el apoyo de Barcelona Activa para establecer su centro de atención a clientes muy cerca del puerto. En sus muelles atracan cada semana varios de sus buques, unos barcos cuyas características conoce bien todo el equipo, pues las visitas a bordo para conocer de primera mano el producto son frecuentes, como también lo son los viajes de trabajo o personales, para vivir aun mejor la experiencia y trasmitirla con entusiasmo a los futuros cruceristas. Todo eso con vistas a Barcelona, al mar y a los barcos de la compañía, tan reconocibles por el color amarillo y azul de su iconografía corporativa, que entran y salen del puerto de la ciudad.    

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